Cuando Millán y Almudena nos dijeron que se querían casar el día de los Santos Inocentes nos pareció una idea fantástica. No sólo por la celebración de la boda en sí, sino porque sería la ocasión perfecta para hacer un festejo más, entre la Navidad y la Nochevieja, que reuniría a todos sus amigos y familiares. Esto hacía de la boda, si cabe, aún más entrañable!
Debido al frío se eligió hacer el aperitivo en el salón del comedor, situado en las antiguas caballerizas. Esto permitió que todos los invitados estuvieran juntos en una misma sala en todo momento. Para amenizar el cóctel, contaron con una estupenda banda de jazz y, por supuesto con la presencia de Manolo, nuestro cortador de jamón favorito!
Para no pasar frío preparamos dos termos a la salida del cóctel, uno con caldo y otro con vino caliente, para que se lo pudieran llevar de camino a la carpa. Allí les esperaba un delicioso menú que los novios habían elegido con todo su cariño. Como muchos invitados eran extranjeros, el plato fuerte consistió en un delicioso asado castellano a elegir (o combinar) por los comensales, a saber, un delicioso lechazo y un riquísimo cochinillo. Este plato fue precedido de un consomé muy navideño. Y el seating hizo un guiño al día de los inocentes y a la Navidad.
Después, la fiesta, en la que se incluyó una barra de mojitos y photocall. Y la recena, con mesa de quesos, hornazo, empanada, pulguitas y una reponedora sopa de ajo!!!
Y sobre todo, decoración navideña a tope!!! Fue súper bonito!!!!